Primicias24.com(NP)- La presunta malversación de fondos y el desvío del dinero destinado a una plena atención para el grupo de refugiados venezolanos que cruzó la frontera hacia Colombia tras desconocer a Nicolás Maduro como jefe del gobierno debe ser investigada en profundidad, ya que este tipo de acciones afectan negativamente el trabajo realizado hasta ahora por todos los que estamos luchando para salir de un régimen dictatorial y corrupto.
Las pruebas publicadas en fechas recientes por el Portal Web Panam Post, incluyendo facturas y recibos de pago, son bastante graves y merecen toda una especial muestra de atención pues se trata de un verdadero abuso y una afrenta en contra de la confianza que el pueblo venezolano y sobre todo el presidente interino Juan Guaidó depositó en estas personas, las cuales se dieron una vida de lujos en tierras colombianas al mejor estilo de la podrida cúpula madurista.
La responsabilidad Kevin Rojas y Rossana Barrera en la hermana nación consistía en atender dignamente tanto a los ciudadanos civiles como militares que salieron huyendo junto a sus respectivas familias de unos de los peores gobiernos en la historia nacional, otorgándoles ayuda o refugio hasta nuevo aviso, lo que al parecer no hicieron en modo alguno.
Rojas y Barrera aprovecharon su privilegiada posición para llenarse de lujos, visitar tiendas exclusivas e irse de fiesta varias noches por semana a las discotecas más costosas de Cúcuta o Bogotá, evidenciando con ello el robo y la malversación de unos fondos proporcionados por decenas de países para aliviar en parte los problemas de las familias que han huido de esta dictadura, lo cual no podemos tolerar de ninguna forma.
Mientras los emisarios de Guaidó vivían como reyes, cientos de militares desertores y sus allegados eran desalojados de los siete hoteles donde debían permanecer hasta nuevo aviso ante la falta de pago oportuno por parte de los ahora ex funcionarios, los que actuaron al mejor estilo de la corrupta administración de Nicolás Maduro.
Otra posible trampa que debe ser verificada a la brevedad posible es la famosa cena pro fondos para las familias migrantes de Venezuela, organizada por dichos personajes mediante invitaciones falsas y que finalmente debió ser suspendida debido a la ausencia de un aval por parte de la delegación de Guaidó en la capital colombiana, en una situación donde el nombre de nuestro mandatario encargado quedó mal parado a causa de una malsana ambición.
Por ahora es preciso que las autoridades colombianas y los representantes del gobierno transicional realicen una investigación en profundidad sobre los gastos que estos sujetos realizaron a nombre de los refugiados venezolanos, pues se trata de un hecho aborrecible solo comparable con los graves crímenes de corrupción cometidos por lo que ahora se aferran al poder a costa de las penurias padecidas desde millones de hogares pobres.
Existe evidencia más que real sobre el uso inadecuado de miles de dólares en gastos innecesarios razón por la que este miércoles solicitaré a la Comisión de Contraloría del Parlamento que se dé comienzo a una indagación exhaustiva que aclare esas graves denuncias, evitando al mismo tiempo que nuestra lucha por una libertad duradera quede manchada debido a semejante negligencia.
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